(Cuento de tormenta de ideas entre los tres más peques de Torregamones)
Luigi vive muy bien porque hoy vive
en Ávila, al lado de las murallas. A Luigi le encanta comer de cuchara, porque
es un dragón muy listo y sabe que las legumbres son importantísimas en la
dieta. Come con cuchillo y tenedor, que es muy educado y limpio, y además con
cuchara.
Ha llegado volando aprovechando la ciclogénesis pero ahora no se
acuerda de cómo volver, así que los peques de Torregamones estamos pensando cómo
ayudarle porque le echamos mucho de menos.
Como Luigi es pobre no puede
comprar billete de autobús, aunque pensándolo bien, ¿te imaginas un dragón en
un autobús?, ¿cabría?, ¿por dónde sacaría la cabeza?, ¿se marearía?
Esperamos que esos pucheros
abulenses le den ganas de volar porque aquí le necesitamos. Le hemos pedido a
Papá Noël que le traiga colonia, pero creemos que no se la va a echar, porque
le gusta el olor de la naturaleza, a no ser, que sea una colonia de olor a
naturaleza, Eau de Dragón, si no la hay la fabricamos aquí en Torregamones y así, ya somos empresarios.
Cuando esté en peligro le vamos a
ayudar, porque aunque somos pequeños tenemos muy claro que hay que ayudar a los demás, y más aun,
si son grandes amigos como él. Lo de grande va en tamaño corporal y en tamaño
del afecto que le tenemos.
No queremos que le maten los
cazadores, por favor, abran bien los ojos, que Luigi solo hay uno y lo queremos
por aquí. Y aunque hubiera más de uno, son tan necesarios, que los queremos
vivitos y coleando. Acordaos que no echa fuego, que echa letras, de todas las
historias que lee y que le contamos.
¡LUIGI se nos han acabado las
escamas blancas! ¡Vuelve por favor!