De momento como adelanto, os pongo una adaptación de la poesía de Carmen Gil "Besos" que el tocayo de nuestro dragoncete nos ha hecho llegar... y es que claro, todos estamos preocupados por él.
Como
Luigi es muy molón.
Para
que se ponga contentón,
nuestro
regalo será un cajón
lleno
hasta arriba de besos.
Hay
besos de caramelo,
dulces
como una sonrisa.
Están
los besos con prisa,
que
hay que cogerlos al vuelo.
Los
besos de mariposa
rozándote
las mejillas
¡pueden
hacerte cosquillas!
y
son de color de rosa.
El
beso con achuchón,
tan
calentito y tan tierno
como
una manta en invierno,
¡es
un beso de algodón!
Y
qué tal el beso alado
que
te pilla por sorpresa
y,
además, el que te besa
puede
estar en cualquier lado.
O
los besos con caricia,
que
llegan en ventolera
y
huelen a primavera
como
una buena noticia.
Fantástico
el beso-guiño.
Es
chisposo y titilante
como
una estrella brillante
con
mil vatios de cariño.
Ya
está el cajón rebosante,
pero
cabe todavía
un
abrazo de gigante.
¡Te
queremos dragoncito!
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