DEBERES
PARA EL VERANO, CURSO 2016/2017
Como ya empezamos el curso pasado con la lista de deberes,
este año no va a ser diferente:
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Sonreír
frente al espejo cada mañana. Al levantarnos, mirarnos en el espejo y
dedicarnos una sonrisa, porque realmente nosotros somos tal y como somos, y eso
es de agradecer.
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Dar
las gracias y pedir las cosas por favor, anda que eso no cuesta ¿eh?, pero a
que nos encanta cuando alguien nos da las gracias, y si encima nos sonríe, pues
más todavía.
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Hacerle
un favor a alguien sin pretender sacar nada a cambio (ayudar a llevar la compra
a la vecina, limpiar la plaza, recoger envases o basura del monte o de donde
estemos…)
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Decirle
a Papá y a Mamá que les quiero. Porque eso es una verdad como un templo, así
que ¿por qué no se dice? Os habéis dado cuenta que cuando somos pequeños
enseguida decimos a mamá y a papá eso, pero a medida que vamos creciendo, qué
pasa, ¿que los dejamos de querer?, ¿Qué nos entran las vergüenzas? ¿Qué
pensamos que ya lo saben?
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Pasar
ratos con los abuelos, si aún los tenemos.
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Jugar
con los niños que vienen al pueblo, y entender que cada uno tenemos nuestra
manera de ser y nuestras costumbres, pero ellos seguro que también se sonríen
por la mañana.
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Ver
amanecer un día, en el pueblo, en la playa, en donde estemos, que además,
menudos amaneceres tienen Los Arribes.
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Ver
anochecer. Cada día es un ciclo, nuevas oportunidades que nacen y que se van
con la noche.
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Ayudar
en casa, entre todos se hace todo más rápido y fácil.
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Algún
rato, fijarnos en nuestra respiración, ver cómo entra el aire en nuestro
cuerpo, como sale, como hinchamos la barriga o el pecho, estar sólo pendiente
de ese aire y de ese cuerpo, (lo hemos hecho en clase y lo hacíamos genial)
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Leer,
porque leer es crecer, es aprender, es viajar y es tolerar.
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Cuidar
nuestro entorno, no molestando a los animales que lo habitan y que son tan
necesarios para el ecosistema y cuidando también las plantas que lo rodean.
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Y
ya sabéis, como el año pasado, cremita antes del sol, aburrirme de vez en
cuando, y reír hasta que duela la barriga.
¡Buen verano, nos vemos en septiembre!
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